Wednesday, November 04, 2009

La vaina al revés mode on


Bueno... la verdad que no me gusta quejarme demasiado, eso aburre a la gente, pone malas vibraciones en el ambiente y eso trae una reacción en cadena blah blah blah

El tema es que me molesta que las cosas sean al revés.

Oye... los negocios pequeños y fructíferos, que dan trabajo decente a una familia (este caso es cercano y prácticamente directo) ya no pueden subsistir porque la dichosa factura de la luz llega tan alta que las ganancias del negocio se van en pago de luz. No es tanto problema que haya que pagar la luz, el problema viene cuando uno paga una factura altísima por una luz que no llega. Apagón tras apagón los helados del pequeño negocio se deshacen, se pierden... Mientras un día en el mes llega una factura más alta que el mes anterior irónicamente pagando por los apagones.

Se pierde el trabajo, se pierde la esperanza de subsistir con un quehacer digno. Se pierde el ánimo de seguir. Y llegan las ganas de marcharse.

Cuando llegas a tu casa, cansado del trabajo del día, de las deudas, del stress de la calle. Llegas a tu hogar, al sitio que se ha convertido en tu refugio. Llegas a tu familia. Llegas al único espacio que te reconforta por solo ver la sonrisa de tus hijos, pero no puedes descansar, porque no hay luz. No te puedes dar un baño tranquilo, no puedes relajarte en un sillón (porque ahí vienen los mosquitos a picarte y sabes que el dengue ha rebrotado). No hay un abanico que te eche un poco de viento, no hay agua fresca para calmar la sed. No se puede dormir tranquilo, no se descansa y al otro día vuelta al trabajo con el mismo cansancio acumulado.

Yo todavía no entiendo cómo es que no ha habido una verdadera rebelión del pueblo. Ahora entiendo el por qué de esa encuesta que decía que la gente de República Dominicana eran los segundos más felices del mundo. ¿Será que nada de esto importa?

Cuando las cosas van al revés, a veces pienso en que quiero enderezarlas, pero nadie lucha, nadie va contra la corriente, porque es más fácil seguir el caudal de barrabasadas que te tocan a diario.

Yo vine a vivir aquí y he pasado por muchas situaciones que no comprendo, y aprendí a practicar el "locochivismo", pero ahora que tengo una hija, no estoy tan segura de que esto sea justo para ella. 

República Dominicana es un país hermoso, la gente es tan buena, tengo tantos amigos, mi recién formada familia está aquí... No puedo ser malagradecida. He trabajado duro y he logrado un par de cosas (y tengo deudas que puedo pagar cada mes gracias a Dios). Se sobrevive. No da para ahorrar, pero tengo mucho por qué agradecer, cosas que no tienen que ver con dinero que me atan aquí.

Lo triste es cuando ves que una persona consigue tener 480 millones de pesos, con un negocio de licores que puso hace un año y medio... El dinero fácil de la droga que cautiva a tantos... Da la impresión de que en este espacio hay dos países conviviendo y en ninguno de los dos me consigo proyectar. ¿Será que hay que irse? ¿Será que de verdad no se puede estar aquí? Donde los servicios básicos por los que pagamos no llegan. Donde avanzar significa un paso adelante y dos para atrás, no sé...

Solo es un desahogo, pero de verdad que a veces me dan ganas de pensar más seriamente y por el bien de mi familia ubicar la vida en otro lugar.

2 comments:

Magdelyn said...

Conchale si... Llega un momento de uno se jarta de tanto sacrificio para un país que lo que tiene a uno es jodio to el tiempo...

Ramielys Mejía said...

uno se indigna ante tanta vaina... eso solo sucede en este pais.. claro que hay gente grandiosa... pero otros no te dejan mucho que decear!