Monday, May 05, 2014

Lo que hacen en la oficina que no hacen en la casa

Me encuentro trabajando en Chile desde noviembre 2013, no fue fácil encontrar un trabajo después que volvimos. Me había hecho la ilusión de que iba a ser mucho más fácil, me encontré con unas cuántas paredes, fui a muchas entrevistas y pasaban los meses, me daba un poco de temor el ya ser considerada "vieja" en la parte laboral, porque algunos me dijeron que por la experiencia mía podrían pagar al menos a dos recién salidos de la universidad, obviamente preferían los más "jóvenes".

Me cuestioné si había sido la mejor opción volver, tuve dudas, pero siempre la esperanza viva, la fe que nace de no sé donde, pero había. 

De las veces que vine a entrevistas a este sitio, tuve oportunidad de ver gente caminando por los pasillos, y me llamó la atención que había mucha gente mayor, mi primera impresión era que casi yo iba a ser la más joven, jaja, y le comenté a una amiga que había trabajado aquí por más de 10 años, que había muchos "viejitos". Ella me dijo que no eran tan viejitos, entonces le dije "ok, no son viejitos, lo que falta es Koleston" (tintura de cabello).

Aquí el café se lo prepara uno, el agua es gratis, pero lo demás lo pone uno, así es que en cada escritorio normalmente hay hervidores de agua, cafeteras de expresso, cafeteras de prensa francesa, teteras, en fin. Hoy me encontré con un señor en la cocina que estaba lavando la cafetera, muy afanado con su esponja llena de espuma, pasando por aquí por allá, poniendo linda y limpia esa cafetera tan fiel que le da el shot necesario para despertar el día. Él mismo confesó: "aquí estoy lavando esta cosa, ni en mi casa lo hago, menos mal que no me ve mi señora, si no...". Yo nada más sonreí, el tipo sabía exactamente cómo limpiar un electrodoméstico pero en su casa no lo hace, y quiere aparecer como que no sabe para que no lo manden en la casa. 

¿Qué otras cosas harán algunos en el trabajo que no hacen en la casa? Mandar, sí. Dicen que las personas que son muy bravuconas en el trabajo, en su casa también tienen la última palabra "sí mi amor". Así que la próxima vez que el jefe te mandonée, recuerda que en su casa el pobre no disfruta tanto!

1 comment:

Gabriela said...

Yo coincido contigo en eso. Me cuenta una persona cercana que en su trabajo había un hombre que controlaba las entradas de los trabajadores. No perdonaba a los que llegaban un minuto tarde, simplemente no los dejaba entrar. Lo gracioso es que tampoco los dejaba entrar si llegaban muy temprano.
Yo creo que eso mismo le aplicaban en su casa a él.