Necesito un aumento
(no sé si será el mejor sitio para pedirlo pero por lo menos me pude desahogar)
En este espacio quiero compartir con mis amigos, familiares y quienes se den un segundo de su tiempo, mis vivencias, mis sentimientos, mis cosas... Compartir para no volvernos unos extraños con el tiempo. Compartir para acercarme más a mi familia. Compartir para hacer amigos. Compartir para "sacarlo todo afuera como la primavera, nadie quiere que adentro algo se muera". Compartir...
Wednesday, April 27, 2011
Monday, April 25, 2011
Semana Santa
El feriado de Semana Santa comenzó con el jueves santo en que se trabajaba medio día, traje a Camila hasta mi trabajo y ella se portó de lo más bien, jugó, rayó un libro, posó (como siempre) para la cámara y luego pasé a buscar almuerzo (no quería cocinar) y llegamos a casa. Almorzamos y mi hija me pidió que le pusiera unos dibujos animados, yo me acosté al lado de ella y finalmente se quedó dormida.
Me dormí con ella, cuando desperté bañada en sudor a las 2 y media pm no había luz. Solo se me ocurrieron malas palabras para el señor que dirige la corporación de empresas eléctricas y su madre (por supuesto). Mi hija sudaba mientras dormía, la camiseta mojada, el pelo mojado... es que no es fácil aguantar el calor de una tarde sin luz para prender un ventilador que refresque un poco, para más rematar no corría un ápice de brisa que entrara por la ventana, nada!
Yo no pude seguir durmiendo con ese calor, y un par de mosquitos que estaban saboreándose mi sangre, era difícil. Finalmente Camila despertó, y me pidió ver la televisión "Minana" dijo, (por decir BackYardigans), le tuve que decir que no había luz, por lo tanto no podíamos ver la televisión. Sin comprender en su niñez me pidió entonces a "Poyó" (por Pocoyó) nuevamente, le tuve que explicar que si no hay luz, no hay "Poyó". Entonces pidió "León" (por El Rey León) y ahí voy yo otra vez: "Mi amor si no hay luz no podemos ver Minana, ni Poyó ni al León. Cuando venga la luz te pongo el León ¿Sí?" y ella esperanzada dijo "Síp".
Pasan las horas... no llega la luz... Mi hija ya se estaba desesperando, le digo que veamos los libros, accede y los repasamos una y otra vez, hasta que se aburrió.
Luego la llevé a que jugáramos con la pelota en la sala... un rato y también se aburrió... Volvió a pedir los dibujos animados, y yo vuelta a decirle que no hay luz.
Ese día jueves de semana santa, esa tarde se tornó más larga de lo habitual y simplemente porque no había luz. Cayó la tarde y la luz no llegó. Llegó la noche y la luz tampoco llegó, nos bañamos con un jarrito y el agua almacenada en un tanque. Nos acostamos y la luz no llegó. Eran las 2am y llegó la luz... 12 HORAS DE APAGÓN para comenzar el feriado de semana santa... una hora por cada apóstol... parecía lógico, pero no fue nada agradable.
(Finalizó el feriado tranquilos y celebrando a distancia los 46 años de matrimonio de mis padres, ¡Felicidades para ellos!)
Thursday, April 14, 2011
Motorista
Las cosas suceden cuando uno menos se lo espera.
El otro día transitando por una de las avenidas de esta capital me encontré con que tuve que frenar prácticamente de golpe (pues varios vehículos delante de mí frenaron también), freno con tiempo y a una distancia correcta, pero (he ahí el pero) el motorista que venía detrás mío no alcanzó a frenar y ¡Bum! me chocó el parachoques y lo rompió... aparte de eso nadie salió lesionado.
Me bajé del carro después del impacto y el motorista también, yo tenía toda la intención de estar serena y verificar daños, hablar con el hombre, preguntarle por su seguro, en fin, me bajé de mi carro... Hablé con él, una persona muy decente, me dijo que no había alcanzado a frenar (andaaaaaa!), le dije en un tono de condescendencia "Es que ustedes andan como locos", y él me dijo que no, que él no venía tan rápido, que si hubiese venido rápido hubiese volado por encima del vehículo (lo cual no ocurrió gracias a Dios).
Logré verle en la camisa un logo de la misma institución en la que trabajo, a lo que le pregunté si tenía seguro, me dijo que sí (cosa rara entre los motoristas) y le pregunté que dónde trabajaba, él me confirmó mis sospechas y resulta que trabajamos en el mismo sitio.
Bien. Me preguntó si íbamos a ir a reportar el accidente de una vez, le dije que mejor mañana porque tenía que ir a buscar a mi hija al colegio y no me daba tiempo de hacerlo ahora, él se llevó una tarjeta mía y yo le tomé sus datos.
Al día siguiente, me llamó por teléfono tempranito en la mañana, me preguntó que cómo haríamos con el tema del choque (yo hasta me sorprendí de que él fuese que me llamara a mí primero), le dije que averiguaría con el seguro cómo era mejor y le llamaría. Fui a la "Casa del Conductor" un sitio que tiene todos los servicios relacionados con accidentes de tránsito agrupados en un solo sitio, desde levantar el acta policial, hasta magistrados y oficinas de las distintas compañías de seguro. Ahí reporté el accidente y para ahorrarle el trámite al motorista dije que no sabía quien era y que se había dado a la fuga (ok, mentí, pero al final es lo mismo, mi seguro pagará una parte del arreglo del vehículo y lo otro lo pagaré yo con el famoso "deducible").
Cuando en la tarde volvió y me llamó el motorista (nuevamente él llamando para saber) a ver qué había averiguado yo, le conté que había hecho el trámite y que tendría que ir a hacer una cotización a un taller y luego llevarla al seguro para que tramitaran, me dijo que lamentaba mucho los inconvenientes, pero que nadie quiere chocar, que es un riesgo por el solo hecho de estar en la calle y que lo disculpara, le dije que estaba bien, que no se preocupara, que las cosas pasan y que gracias a Dios no pasó a mayores. Incluso medio se ofreció a darme algo de dinero pero decliné que lo hiciera porque yo más o menos sé por cuánto es que andan los sueldos de los mensajeros (¡NADA!) y bueno, este gasto que no tenía contemplado hacer, Amén, Dios sabe por qué pasan las cosas.
Lo que me sorprendió gratamente es lo decente del motorista, que a pesar del accidente hasta le cogí cariño por lo preocupado que se mostró.
El otro día transitando por una de las avenidas de esta capital me encontré con que tuve que frenar prácticamente de golpe (pues varios vehículos delante de mí frenaron también), freno con tiempo y a una distancia correcta, pero (he ahí el pero) el motorista que venía detrás mío no alcanzó a frenar y ¡Bum! me chocó el parachoques y lo rompió... aparte de eso nadie salió lesionado.
Me bajé del carro después del impacto y el motorista también, yo tenía toda la intención de estar serena y verificar daños, hablar con el hombre, preguntarle por su seguro, en fin, me bajé de mi carro... Hablé con él, una persona muy decente, me dijo que no había alcanzado a frenar (andaaaaaa!), le dije en un tono de condescendencia "Es que ustedes andan como locos", y él me dijo que no, que él no venía tan rápido, que si hubiese venido rápido hubiese volado por encima del vehículo (lo cual no ocurrió gracias a Dios).
Logré verle en la camisa un logo de la misma institución en la que trabajo, a lo que le pregunté si tenía seguro, me dijo que sí (cosa rara entre los motoristas) y le pregunté que dónde trabajaba, él me confirmó mis sospechas y resulta que trabajamos en el mismo sitio.
Bien. Me preguntó si íbamos a ir a reportar el accidente de una vez, le dije que mejor mañana porque tenía que ir a buscar a mi hija al colegio y no me daba tiempo de hacerlo ahora, él se llevó una tarjeta mía y yo le tomé sus datos.
Al día siguiente, me llamó por teléfono tempranito en la mañana, me preguntó que cómo haríamos con el tema del choque (yo hasta me sorprendí de que él fuese que me llamara a mí primero), le dije que averiguaría con el seguro cómo era mejor y le llamaría. Fui a la "Casa del Conductor" un sitio que tiene todos los servicios relacionados con accidentes de tránsito agrupados en un solo sitio, desde levantar el acta policial, hasta magistrados y oficinas de las distintas compañías de seguro. Ahí reporté el accidente y para ahorrarle el trámite al motorista dije que no sabía quien era y que se había dado a la fuga (ok, mentí, pero al final es lo mismo, mi seguro pagará una parte del arreglo del vehículo y lo otro lo pagaré yo con el famoso "deducible").
Cuando en la tarde volvió y me llamó el motorista (nuevamente él llamando para saber) a ver qué había averiguado yo, le conté que había hecho el trámite y que tendría que ir a hacer una cotización a un taller y luego llevarla al seguro para que tramitaran, me dijo que lamentaba mucho los inconvenientes, pero que nadie quiere chocar, que es un riesgo por el solo hecho de estar en la calle y que lo disculpara, le dije que estaba bien, que no se preocupara, que las cosas pasan y que gracias a Dios no pasó a mayores. Incluso medio se ofreció a darme algo de dinero pero decliné que lo hiciera porque yo más o menos sé por cuánto es que andan los sueldos de los mensajeros (¡NADA!) y bueno, este gasto que no tenía contemplado hacer, Amén, Dios sabe por qué pasan las cosas.
Lo que me sorprendió gratamente es lo decente del motorista, que a pesar del accidente hasta le cogí cariño por lo preocupado que se mostró.
Thursday, April 07, 2011
Hay muertes que...
Hay muertes que separan, y no hablo de la separación del cuerpo de la persona muerta con los que quedamos vivos, sino que hablo de separación, de disgregación, de saber que quien ha muerto es quien "une" a la familia, quien ata esos lazos. Así pasó con mi abuelo paterno, luego de su muerte la familia se tornó un poco lejana. Ya nos veíamos menos, la casa de la abuela seguía siendo un "centro" de reunión pero algo pasó que se perdió el quorum, ya no íbamos todos. Quizás también todos fuimos creciendo y teníamos otras obligaciones (universidad, trabajo, etc) y ya no éramos los "primos chicos" que tienen que salir con sus padres por obligación...
Hay muertes que reúnen, aunque sea por un rato a la familia, y otras que logran reunir a familias disgregadas. Sabrá Dios por qué pasan así las cosas, pero cuando murió mi abuela materna la familia volvió a reunirse... ¿Será cosa de ciclos? ¿Será que la gente necesita pausas aunque sea dentro de la propia familia?
Hace una semana murió la hermana de mi abuelo paterno, la tía María, (tía Amarilla apodada así por mi sobrina Magdalena y Martín que se les dificultó decir María y le pusieron Amarilla), luego de más de 80 años de convivir en el grupo familiar y haber hecho que cada paladar de los habitantes de la casa pudiesen degustar las bondades de sus manos, se enfermó y murió rápidamente. Descanse en paz.
Por un lado es mejor pensar así en la muerte, algo rápido, que no duela mucho. Si me pongo a pensar en la muerte que a todos nos llegará en algún momento quisiera que fuese así, rápida, y no esas enfermedades que te imposibilitan, que joden a los que están cerca tuyo, que te convierten en una carga para los demás, que te matan lentamente, no, definitivamente cuando me toque, por favor, quisiera rapidez. No soportaría que quienes estén a mi lado para ese entonces tengan que gastar los ahorros y desgastar el ánimo.
Hay muertes que reúnen, aunque sea por un rato a la familia, y otras que logran reunir a familias disgregadas. Sabrá Dios por qué pasan así las cosas, pero cuando murió mi abuela materna la familia volvió a reunirse... ¿Será cosa de ciclos? ¿Será que la gente necesita pausas aunque sea dentro de la propia familia?
Hace una semana murió la hermana de mi abuelo paterno, la tía María, (tía Amarilla apodada así por mi sobrina Magdalena y Martín que se les dificultó decir María y le pusieron Amarilla), luego de más de 80 años de convivir en el grupo familiar y haber hecho que cada paladar de los habitantes de la casa pudiesen degustar las bondades de sus manos, se enfermó y murió rápidamente. Descanse en paz.
Por un lado es mejor pensar así en la muerte, algo rápido, que no duela mucho. Si me pongo a pensar en la muerte que a todos nos llegará en algún momento quisiera que fuese así, rápida, y no esas enfermedades que te imposibilitan, que joden a los que están cerca tuyo, que te convierten en una carga para los demás, que te matan lentamente, no, definitivamente cuando me toque, por favor, quisiera rapidez. No soportaría que quienes estén a mi lado para ese entonces tengan que gastar los ahorros y desgastar el ánimo.
Sunday, April 03, 2011
En tacos
Ya les había comentado que Camila no quiere usar sus zapatos sino los míos, los que tienen tacos! ¡Qué muchachita esta!... véanla ustedes mismos.
(ojalá los vecinos no nos cojan odio)
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