Tuesday, December 22, 2009

Confesión

Con esto de la religión hay que tener extremo cuidado.

Soy católica, es decir, nací criada bajo las leyes y la fe católica. No practico activamente en la actualidad, pero eso no quiere decir que no crea en Dios ni que le agradezca día a día el estar viva y percibir cada uno de los milagros que hay a mi alrededor.

Bueno, el asunto no es precisamente conmigo, sino con alguien que tengo cercano y tiene que ver con el sacramento de la confesión, donde la razón, la ciencia y la fe entran en conflicto. Porque otras religiones diferentes a la católica no defienden este sacramento ya que no consideran válido tener que confesarle a un hombre (como ellos) los pecados, ni que ellos (como hombres) tengan el poder de absolver los pecados. Para otras religiones las confesiones van directo a Dios... Así sí es fácil! "Dios perdóname por haberle sacado 100 pesos a mi mamá de la cartera, gracias, Amén". Yo defiendo la confesión puesto que usted al menos debe reunir la suficiente vergüenza para decirle a alguien más lo mal que ha hecho.

En fin, lejos de adentrarme en un tema teológico, esta anécdota va como sigue: La persona de la que hablo es un hombre. Cuando adolescente se le crean esas urgencias hormonales de tocarse sus partes "privadas" para producirse placer, llámese Masturbación. En clase de biología la profesora les dice a los alumnos que eso no tiene nada de malo, que incluso es beneficioso para aquellos varones que tienen el frenillo corto para que después cuando tengan una erección no sientan dolor. Hasta ahí todo va normal.

El muchacho se empieza a preparar para la primera comunión, y le toca la confesión. Va donde el cura. Lo saluda, el sacerdote le pregunta qué es lo que va a compartir con él. El muchacho no sabe qué decir. El sacerdote hace una especie de introducción a la conversación para que el muchacho se suelte y confiese, si para eso es que vino, y le pregunta con su voz españolada: "Muchacho, como te haz portado" (el "haz" está escrito con z a propósito porque va con s). El muchacho dice que bien. El sacerdote insiste: "¿No haz hecho nada indebido?", el confesor: "No". El sacerdote se impacienta y pregunta directamente: "¿Y te haz mazturbado?", el muchacho no sabe de qué le hablan, pregunta: "Quéeee", "Que zi te haz tocado tuz partez íntimaz..." dice el sacerdote... "Aaaaah, eso... sí un montón de veces". El sacerdote le reprende y le dice que eso no está bien, que no lo vuelva a hacer, dos padrenuestros y tres avemarías más tardes el muchacho está absuelto y más confundido que nunca.

Por un lado la ciencia le dice que lo haga, la fe por otro lado le dice que está mal. Al final la carne sigue llamando y cada una de las partes sigue defendiendo su posición. Hágalo o no lo haga, pero si lo confiesa, cosa que considero muy valiente, terminará por confesarlo siempre, porque estoy segura de que volverá a hacerlo.

5 comments:

Edna said...

Ir a la iglesia cada domingo no hace a nadie mas religioso o mejor que otro, lo que se necesita es tener el corazon bueno, ayudar cuando se necesite, no tener envidia y todas esas cosas, cuantos no conozco yo que van a la iglesia muy a menudo y son muy malas personas! Ni entiendo para que van.

pablo lopez said...

todo el mundo q busque a su Dios de acuerdo a su ideologia......

Alejandro Correa said...

Con el asunto de la confesion, la biblia dice "confiensense sus pecados unos a otros y oren para ser perdonados". Por tal razon el sacerdote no es el unico facultado para recibir las confesiones...

Por el otro lado, ese asunto de la masturbacion asi como otros temas siempre estaran en discusion de un lado y del otro, pues siendo sincero en la biblia no habla de eso por ningun lado, pero los cristianos le dan la razon logica de tener sexo con si mismo, habria que ver que tan cierto es esto ultimo cientificamente, para asi validar una cosa o la otra...

FELIZ NAVIDAD....

Mis Huellas said...

El tipo es fiel a su fe, y fiel a su paja !

Mis Huellas said...

Ah' se me olvido, que viva errr seso !

Cheluuuu