Yo pensaba que el norte estaba del otro lado cuando me vine a dar cuenta que el sol estaba encima mío, pero me equivoqué... muchas veces me equivoco... muchas veces "la maco"... ¿En qué estaba pensando? Ah, en el norte... bueno... ¡Qué importa el norte al final...! Si ahí no pasa nada... lo que importa es donde muere y donde nace el sol.Quería sentirme ubicado para poder disfrutar del mar, de las olas sonando, de las nubes a lo lejos, de esa brisa que acariciaba mis brazos descubiertos...
Quería ver lo amplio del panorama a mi alrededor, quería disfrutar de ese instante de felicidad que logras con la aparente libertad de elegir sonreir, o fruncir el ceño.
Quería reirme... no sabía de qué... y al no saber no encontré motivo para reirme, pero cuando vi que el razonamiento era tan tonto eché a reir tan graciosa y espontáneamente que una lágrima asomó por mi ojo izquierdo.
Sequé la lágrima... di un suspiro... puse las manos en las caderas y respiré nuevamente hondo...
Y comencé a pensar que la inmensidad del mar lejos de abrumarme me inspiraba a ver amplio y más amplio mi nuevo horizonte... que a fin de cuentas es el mismo horizonte que tenía antes, pero ahora contigo me sabe a nuevo.
(Esta foto me la envió el nunca bien ponderado Jevi, Gracias!)
Cambian los rostros, cambian las pieles, cambia el cabello... cambia la fisonomía, pero en el fondo seguimos siendo los mismos soñadores de siempre, los mismos amigos de verdad, los mismos seres que se preocupan por el otro, que se ríen de las desventuras para no llorar, y somos los mismos corazones dispuestos a seguir queriéndonos incondicionalmente.
