Un beso

Y en cuanto supimos que ya nuestras ganas no se aguantaban más, me miraste y preguntaste si podías besarme... Te miré, sonreí y pensé que nunca lo pedirías.

Se agotó la espera.

Tus labios juguetones se acercaron a los míos ansiosos.

Se tocaron, la magia brotó desesperada y llena de burbujitas, tal como esa cava que habíamos bebido... chispeante!

Nos miramos y sonreímos.

Nos acercamos y esos besos no acabaron más.

Tesorinho, nuestro primer beso es un hermoso recuerdo que revivo cada noche que mis sueños vuelan a tu lado. ¡Tesorinho Te amo!