Así como yo necesito de un empleado, asímismo necesita el que está al lado mío que es mi competencia.
Si uno de mis empleados es muy bueno, me mantengo dándole apoyo, cariñito y no solo su sueldo, porque en cualquier momento aparecerá otro empleador que necesite de sus servicios y se los ofrezca.
Ley de oferta y demanda. Si me ofrecen algo lo evalúo. Si me conviene y me gusta lo tomo. Si no me conviene o no me gusta me quedo donde estoy.
Muchos suelen usar esta ley de oferta y demanda laboral para "presionar" a los actuales empleadores para que mejoren la oferta. Y si hay algo cierto, y es que usted como empleador no podrá nunca mejorar la oferta de otro, o porque no tiene "power" para hacerlo, o porque el sistema no le deja ofrecer más a su empleado, déjelo que se vaya, no le haga sentir culpable. Déjelo y deséele la mejor de las suertes. Pero no vaya por ahí mordiéndose el labio y maldiciendo al otro empleador que sí pudo mejorar lo que usted ofrece, además de decirle "desleal" a su empleado.
En pedir no hay engaño. Por la plata baila el mono.
Así funciona. Nadie es indispensable. El día que usted se va de un sitio nadie se muere ni se cae la empresa. Simplemente le echarán de menos por un par de días y buscarán otro para sustituirle. Así que la excusa barata de la "lealtad" que usted debe tener con su empleador ya no se la pueden echar en cara el día que usted decide aceptar una oferta más jugosa. ¿O es que con lealtad es que usted va al supermercado? Que se atrevan ellos a pagar el papel higiénico que cojen en su compra con lealtad, a ver qué les va a decir la cajera.
6 comments:
Nunca entendí mucho ese argumento de la lealtad, o la falta de lealtad, que se esgrime cuando una persona renuncia por ir a un trabajo mejor.
Creo que lo pones muy bien acá.
Gabriela: eso mismo pienso, porque usan el término lealtad como si las personas no tuviesen el derecho de elegir lo que sea mejor para ellos. Osea, tienes un contrato de trabajo con alguien y así como ellos tienen la potestad de mandarte a buena parte un día así mismo tú tienes el derecho de ir donde te ofrezcan más, porque no es por lealtad que se trabaja sino por dinero. No crees? Un abrazo!
La leatad en mi caso se circunscribe a defender a la empresa para que laboro y velar por los intereses de la misma y punto, pues pa eso me pagan...el dia que me tenga que ir por crecimiento profesional, ME LARGO SIN MIRAR ATRAS,,,pues por mas lealtad que tenga a un jefe o empresa X, el dinero que me pagan NO es un favor, es el resultado del trabajo que desempeno para eso...
Claro, hay que ser responsable y ver si donde uno trabaja actualmente pueden superar la oferta, no solo en cuanto a $$$, sino a crecimiento vertical tambien...
Tú lo has dicho: "En pedir no hay engaño. Por la plata baila el mono".
Lo de la "lealtad" es, en este caso, una burda estratagema del empresario, un patético intento de chantaje emocional porpiciado por por eso que llamamos cristianismo. Hay miles y miles de negocios construidos sobre el sentimiento de culpa. Cuando uno entra en una iglesia lo primero que escucha es auqello de "por tu culpa, por tu culpa y por tu gran culpa". Semejante destructivo mensaje llega a actúar en el plano subconsciente. Esa culpa, por descabellado que pueda parecer, va heredándose generación tras generación (sin necesdiad ya de pisar una iglesia) y cala bien hondo en el individuo. Arraiga lo suficiente como para que el sujeto experimente cierto dolor emocional al ser catalogado por su patrón como "desleal", sencillamente por buscarse las habichuelas de la mejor forma posible.
La iglesia nos manipula la conciencia para que el político y el empresario nos puda explotar mejor. Conforman un triángulo perfecto. O casi.
Estoy contigo, Chelu, nadie va al supermercado a hacer la comprar con monedas de "lealtad".
Un beso.
Hola Cheluca:
Deduzco que te han ofrecido cambiar de empleador.
Un beso.
Jax: así mismo es, dinero y oportunidad de crecimiento.
JODIDOS: interesante planteamiento lo de que la iglesia estaba metida en el cuento también...
Esteban: lamentablemente deduces mal, no fue a mí sino a un compañero de trabajo que pronto será EX-compañero
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