Loro es aquel plumífero animalito que se adopta como mascota, normalmente vive en una jaula, come frutas y semillas y tiene la particularidad que imita la voz humana, repitiendo frases y palabras.
Hay muchos chistes de loritos, y loros muy famosos como El Loro Mattías de Condorito. También se le dice LORO a alguien que es muy hablador.
Bueno... vamos a esto, resulta que ahora Camila con la edad que tiene se ha convertido en un loro, una simpática lorita, que repite todo lo que decimos en casa, canta las canciones que oye, adopta la actitud de nosotros cuando le llamamos la atención, hasta se enoja y hace "hum" mientras hace un gesto con la boca y cruza los brazos frente a su pecho.
Inevitablemente hay palabras en el vocabulario coloquial de cualquier ser humano que a veces se expresan sin mayor pensamiento de por medio. Por ejemplo: cuando uno se machuca un dedo, o se le cae un vaso con algo, o se tropieza. Dentro de ese vocabulario, hay una palabrita muy española (por cierto) que se usa muchísimo aquí en RD, es como caña pero con la vocal "o".
Cuando empecé a notar que Camila estaba de loro, repitiendo todo, le dije a Tesorinho que dejáramos o tratáramos de no decir "caña" (con o) porque la niña la había repetido una vez ya, entonces no quería que después ella anduviese usando la expresión "Ay caña" (con o) para cualquier evento que le pasara, pero a veces se le salía a Tesorinho y otras a mí. El punto es que hace par semanas a Camila se le cayó uno de los lápices de colores y dijo "Ay caña" (con o)... "Ay mi madre" (dije yo para mis adentros, ya se jodió esta vaina), no me reí, no me asombré, hice como que nada había pasado, pero ella siguió en distintas ocasiones expresándose con su "Ay caña" cuando algo se le cae de las manos mayormente.
No me gustó para nada, pero ella no sabe lo que está diciendo... ¡Es inocente!
Me quedé con el asombro y el no saber qué hacer ahora con la situación, porque pensé que en el colegio ella también lo diría de vez en cuando. Si la reprimo es peor, y si me río... ni pensarlo. Pensé que lo mejor era ignorarla y buscar otra palabra para sustituir la caña...
En mi preocupación temí lo peor, que me llamarían de la dirección, para llamarme la atención por lo de "Ay caña" en una niña tan pequeña y efectivamente, ayer pasé por el colegio y las directoras me hicieron el comentario... Yo no sabía donde meterme (¡Trágame tierra GLUP!) bajé la cabeza, y les dije que sí, que eso era cierto, que a veces yo la había oído en casa, pero que esperaba que se le pasara sola, y por supuesto cuidar más nuestro lenguaje (y no es que tampoco para todo uno diga AY CAÑA, ni todo el día, es solo que Camila tiene unas parabólicas encendidas y por mucho que traté de cuidar el asunto de reprimir la "caña", al final mi hija lo cogió igual snif snif).
Lo malo es que Camila tiene una amiguita que al parecer le copia todo lo que dice... y creo que la caña se le ha pegado a ella también. Me sentí morir.
Ellas me consolaron al ver mi congoja y me dijeron que al menos la niña está aplicando bien la expresión porque el otro día se había tropezado con algo y se dio un golpecito en la frente y dijo "Ay caña, me di"
14 comments:
ja, ja, ja.
No sé cómo hacen los niños, pero siempre saben que esas palabritas se usan en contextos y situaciones determinadas y no siempre.
Suerte con la caña, ojalá puedan hacer que Camila la deje de lado.
Ah, aunque conocemos la palabra, acá en el Perú no se usa caña (con o). Hay una palabra un poco más larga, que empieza con C y termina en -ajo.
Gabrielita: Aquí se usa mucho esa también... expresión que dependiendo del tono de voz puede ser un insulto o no... porque a los niños chiquitos se les dice "carajito"...
Caña!!! Es mejor que utilices esta mima palabra: Caña a ver como ella reacciona. talves al escuharte, se quede con la fruta y no con la palabrota.
Prefiero esa expresión, Cheluca, en vez de aquella abominable, enquistada en el lenguaje de los chilenos, que empieza con h y que se usa palabra por medio a título de nada, sobretodo por parte de la juventud.
Para los lectores que no imaginan, debo decir que una conversación tipo en mi país (también el tuyo de origen) sería: "El huevón no estaba. No pude mostrarle la huevada, huevón.La huevona de su hermana me dijo que volvía mañana el huevón. Cachai huevón.La huevada quedó aquí, huevón".
Agreguemos que se ha "institucionalizado" tanto ese lenguaje que no alcanza a ser "el huevón" sino hueón.
Un beso.
Igual que acá, Esteban. Y también usan mucho una que termina en -uta, pero la usan como interjección. Eso no le quita la vulgaridad.
Lo del carajitan, Chelu, lo escuché por primera vez en Venezuela, a donde fui de visita haca algunos añitos.
Bueno, a mi me encanta escuchar ninos chiquititos decir malas palabras,,,yo ensene a mi sobrinito cuando tenia dos anos a decir Hijo de la gran p..y el asi llamaba al perrito chihuahua de la casa,,,lola ...
Mas bien preocupate cuando ella aprenda a decir aquella mala palabra que implica una accion de succion sobre una parte cilindrica del cuerpo masculino:: MMGB..lol
jajajaja yo estaba pensando en "huevón" también cuando leí el comentario de ESTEBAN jajaja.
Yo, que hago clases a adolescentes, escucho garabatos todo el tiempo y me paso el día corrigiéndoles, la cosa es que cuando llego a casa, se me han "pegado" los garabatos y mis hijas que no dicen ninguno ¡me corrigen! jajaja. Los niños no nos dejan de sorpender.
Jajajajaja..., muy divertido y mejor escrito, Chelulca.
Ten en cuenta que los humanos aprendemos por imitación, más aún en el caso de los pequeñuelos. Pero, como bien dices, la niña utiliza esa palabra que, con su "ñ" tan bien define a España, sin el menor sentido de la misma (ello evidencia lo que todos sabemos: a veces más que el término en sí, pesa la intención con que se dice). Por lo tanto me parece perfecta la decisión de permanecer indiferente ante situaciones en que la niña pronuncie la palabrita de marras.
Lo otro, lo de su compañera, demuestra, sin embargo, que Camila tiene una gran capacidad de influencia, ¡MIRA QUE TE SALE DIPLOMÁTICA!, jajajajaja...
A propósito, el principio de tu texto me ha hecho recordar cuando, con ocho o nueve años, regresaba a casa y, desde el balcón de abajo de mi casa, un loro parlanchín propiedad del vecino se ponía a llamarme: "Hola, David. Hola, David. ¿Ya has salido de la escuela?. ¿Ya has salido?". Incluso tarareaba algún que otro pasodoble...¡ays!, qué época tan entrañable.
Un besazo y buen fin de semana, guapetona.
Lenny: Estoy contigo, creo que lo mejor será sustituir la palabra, caña parece bien.
Esteban: Cuando vienes a ver quizás ese es un término tan acuñado en la sociedad que terminan patentándolo. Acá todo es "vaina": Pásame esa vaina, dame la vaina que está sobre la vainita aquella, ¡Qué vaina! (Vaina se podría decir que es como la "weá" en Chile)
Jax: Ay Jax eso no se hace con niños, ellos no saben lo que dicen y ponerlos de "relajo" no está bien. Yo no quería que Camila aprendiera esto... y lo d mmg "súsantísimo" Dios me libre.
PaolaV: Jodidas palabritas que se pegan tanto...
Jodidos: Cierto que suena tan español eso caña!!! Jaja Qué risa con el loro de tu vecino!
Hola Cheluca: llego a tu blog por los blogs de Esteban y Gabriela, donde he visto comentarios tuyos.
Sobre el post del lorito, te contaré que yo tuve que lidiar con cuatro hijos hombres. Así que te imaginarás... Mejor no te cuento, ja, ja.
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