Domingo por la mañana

Domingo por la mañana, 10am. Mis mañanas comienzan mucho más temprano de ahí, digamos 6am (o 3am si se quiere decir que las 3am son parte de la mañana), pero ok, 10am. Camila dormía después de la leche de las 9am. Hacía calor, las ventanas de la habitación estaban abiertas para que la poca brisa que había entrara y refrescara un poco el ambiente.

De pronto, comenzó a sonar un radio cercano, en una emisora en donde el locutor gritaba en el micrófono "Jelou buenas! Sí, de dónde nos llamas..." y después de un montón de palabras al viento le dio play a una bachata "encendía".

El radio que sonaba estaba en el primer piso del edificio del lado, la persona que lo puso seguramente no quería escuchar nada más. El tema es que el sonido se colaba por la ventana de nuestra habitación y, de verdad no tengo nada en contra de la bachata siempre y cuando no me obliguen a escucharla en un momento de tranquilidad del domingo, y sobretodo cuando Camila duerme.

El radio siguió sonando, ahora con un reggaettón, ¡Ay mi madre! Miré a Tesorinho y le dije: "Ay no mi amor... osea que nos vamos a tener que tirar la música que al de al lado le dé la gana de escuchar?". Tesorinho respondió: "Welcome to the Dominican Republic"... Le dije que no se trataba de eso... que nosotros deberíamos hablar y decir algo, mientras no nos expresemos, ni hagamos sentir nuestro derecho de pasar un domingo tranquilo no podemos quejarnos.

Miré a Tesorinho y él entendió lo que yo quería que él hiciera, así que se paró de la cama y sonriendo me miró, le dije: "Dile que Camila está durmiendo". Me volvió a sonreir y se asomó por la ventana buscando a quien darle la queja. Respetuosamente le dijo a la muchacha que pasó por ahí: "Psssst pssst mira, tú podrías bajar un poco la música... es que tengo una bebé recién nacida". La muchacha dijo que no había problema, que por qué no le habían dicho antes (good for her). La música desapareció, y yo me quedé más tranquila.

Hay gente que sí escucha, no debemos perder las esperanzas.