Los mineros atrapados y la esperanza del rescate

La esperanza se apodera de las familias de los 33 mineros que quedaron atrapados hace 20 días en la Mina San José al norte de Chile. El domingo pasado tuvieron contacto con los mineros y ellos enviaron un mensaje a la superficie diciendo que estaban bien, en el refugio, los 33.

Ese día, me cuentan mis amigos, cuando se supo la noticia a través de los medios de comunicación se tocaron bocinas en las calles y la gente salió a ondear las banderas chilenas en símbolo de alegría y esperanza por el rescate de esos 33 esforzados trabajadores.

Han montado un campamento en las cercanías del yacimiento que justamente se llama "Campamento Esperanza" en donde las familias de los mineros hacen guardia y esperan el pronto rescate de los mineros.

Luego del primer contacto se montó una máquina con la que se extraerá material para poder rescatarlos. La misión es perforar un orificio de 66cm de diámetro con una profundidad de 700mt desde donde se rescatarán a los mineros uno a uno. La máquina de 30 toneladas avanza 20 metros por día, así que pasarán cerca de 3 meses para que puedan salir los mineros.

Luego del primer contacto, los familiares enviaron mensajes escritos en papel y lápiz, tal como se hacía antes, en la época de las cartas y el correo físico. Hoy la tecnología con toda su internetlandia y todos los GB o TeraBytes del mundo no pueden reemplazar al romanticismo de la nota escrita. Anoche recibieron en la superficie cartas escritas por los mineros en la profundidad. Leyendo en EMOL me pude enterar de una noticia muy linda y fresca, que renueva las esperanzas y pone sonrisas.

La señora de la foto más arriba es doña Carmen Barraza, ella le pidió en la nota que le envió a su esposo de 25 años, que se casaran por la iglesia (actualmente solo están casados por el Registro Civil). La respuesta de don Esteban Rojas fue la siguiente: "...gracias por preocuparte y pedirle a Dios que estemos bien. Saludos a mis hijos, a mis nietos y a mis yernos y a mis papás (…) Los quiero mucho y sigan rezando para salir luego de este lugar. Y cuando salga, compramos el vestido de novia y nos casamos por la Iglesia. Se despide Esteban Rojas". (fuente)

Felicitaciones a los "novios" desde ya.

Otro minero escribía que quería que sus hijos siguieran asistiendo al colegio durante este tiempo. ¡Qué padre! Preocupado por la educación de sus muchachos aún estando 700 metros bajo tierra. Bien por él. Eso deja mucho que pensar en lo importante que es para aquellos que somos padres el buscar una buena formación para nuestros retoños, para que en el futuro se conviertan en personas de bien y con los valores que les entreguemos.

Fuerza para los mineros desde este pedazo de tierra. Con cariño un abrazo y aguanten, que las fiestas patrias no podrán abrazar a sus familiares pero seguramente Navidad sí la pasarán en casa. ¡Ánimo Chile!

Aquí hay una foto que me llegó por mail parodiando la situación de los 300 mineros, ¡Perdón! de los 33 jaja