Monday, September 25, 2006

Primos



Primos

Se trata de los hijos de los tíos o tías, hermanos de tu madre o tu padre.

Son las personas que normalmente se reúnen contigo cuando tus tíos y padres se juntan a celebrar lo que sea, cumpleaños, santos, navidades, las interminables fiestas de año nuevo… en fin… son los primos con quienes juegas, con quienes te diviertes cuando eres chico mientras los adultos se reunen.

Con algunos de ellos o ellas tuvimos más afinidad que con los otros, pero siempre había alguien a tu lado en las fiestas y juegos.

Mis primos y primas cercanas son seis, más mis dos hermanas: ocho y conmigo nueve. Dos hombres y el resto chicas. Los varones, Titín y Coke, y las chicas en orden decreciente: Chivi, Laly (mi hermana recientemente casada), Soraya (la madre de mis sobrinos), Carmen Laura (hermana de Titín, Coke y Chivi), y Claudia, después vengo yo, y por último pero no por eso menos sobresaliente “la Mery chica” (María Dolores, y era la chica porque su madre se llama igual).

Nueve carajitos con 18 años de diferencia entre el mayor y la menor. Pero no por esa diferencia dejamos de ser una especie de pandilla… claro! Habían diferencias de intereses. Mientras los chicos ya pensaban en chicas, nosotras todavía jugabamos con tierra y moderadamente sabíamos sonarnos los mocos.

Tuve la ocasión de reencontrarme con todos ellos en el matrimonio de mi hermana. Fue lindo verlos a todos reunidos nuevamente, aún con sus vidas totalmente armadas, casas, trabajos, con sus respectivas parejas e hijos seguíamos siendo el grupito que pasó veranos enteros en el fundo del abuelo. Baños en el río. Nuestros primeros cigarrillos mentolados (¿Eve era la marca?) comprados con una “vaca” (en Rep.Dom. sería el equivalente a un “serrucho”) en uno de los viajes a la civilización en Puerto Montt…
Guerras de excremento de vaca. Interminables ensayos para el show del cumpleaños de los tíos o el aniversario de matrimonio de los abuelos. Guerras con los padres por tener nuestra propia “disco hollywood”, en fin… muchos buenos recuerdos y lindos momentos compartidos con el “Sandovalaje”

Cuando volvimos a reunirnos me pareció vernos tan grandes, tan distintos, perteneciendo a la siguiente etapa. No puedo sino entonces, recordar con nostalgia lo que pasó en nuestra niñez, y por supuesto recordar el cariño que hay todavía entre nosotros.

Vidas distintas, distintas ciudades, distintos países, pero a través de la tecnología hemos podido rescatar raíces. En las palabras de Coke, “todavía hay voluntad, ganas de seguir juntos por mucho tiempo como familia”. Muy importante concepto, la voluntad de creer que se puede seguir siendo parte de la familia.

Es cierto que no eliges a tu familia como pudieses elegir a tus amigos o a tus mascotas, pero el valor está, en que a pesar de estar unidos por la sangre, hay ese respeto, esos recuerdos, ese ser “compinches” y “hacer parejas” cuando te llevabas mejor con uno que con otro… todas esas cosas existen, y no hay alzheimer que pueda borrarlas.

Agradezco la oportunidad y el tiempo que se hicieron para que esa reunión de domingo se llevara a cabo. Muchas gracias a todos mis primas y primos!

1 comment:

Cheluca said...

Muchas gracias por tu comentario amiga!
Te encuentro toda la razón, la casa, el hogar... donde sea que esté, lo haces tú.
Lo rico de volver a tu casa, a tu lugar de "seguridad", a tu ambiente, es que te hacen recordar todo el esfuerzo que has puesto para lograr tener tus cosas, tu casa, la cercanía de los amigos, en fin... mi casa me recuerda que he sido capaz de soportar muchas cosas y que he sido fuerte, y que estoy en un buen momento de mi vida.
Uno no sabe hasta cuando duran esos buenos momentos, por lo tanto... hay que disfrutarlos!
Un abrazo!