Ay... cuánto dolor!
Ayer conseguí permiso en la oficina para ir a casa y que me instalaran un aire acondicionado que compré hace un tiempo atrás. Usado of course, porque nadie puede comprar un aire nuevo... muy caro! Así que nada... llegué a casa a la hora pactada con la "brigada instaladora" pero, (siempre que se trata de servicios hay un "pero"), la brigada no llegó a tiempo.
Pasó media hora, cuarenta y cinco minutos... 1 hora... decidí llamar al sitio, me contesta la muchacha tan amable después de identificarme, diciéndome que "la brigada" ya salió para mi casa. Bien. Colgamos.
Pasaron 20 minutos, media hora, 40 minutos, y volví a llamar... la muchacha me dice que "la brigada" había tenido que devolverse porque al compadre se le habían quedado unas cañerías... bien... 50 minutos más tarde de la segunda llamada llegó la tan esperada "brigada". Ésta se componía de dos jóvenes y una camioneta negra con escaleras, taladros, y muchas otras herramientas.
Entraron a casa, y les digo dónde es que se instalará el famoso aire. Previsoramente yo había desocupado la pared (descolgué el espejo), moví la cómoda (o gavetero) y moví la mesita de la televisión. Cubrí con paños todo para que el polvo no cayera sobre todos los potes y cosas que las chicas solemos acumular en las superficies planas que rodean las paredes de nuestras habitaciones. Cubrí la cama y allí estaba la pared vacía esperando por su aire.
El flagelo empezó cuando el brigadista N°2 cogió un taladro grandísimo y comenzó a hacer un estupendo orificio en mi pared... la pared de mi casa, bueno mejor dicho, la pared de mi deuda con el banco, y comenzó a saltar el concreto... y el ruido me laceraba los oídos... y después de mucho mete y saca, lograron su objetivo... que yo desde mi habitación a través de un hueco, que no es precisamente una ventana, viese a la calle...
Qué dolor... mi pared... lo que todavía no termino de pagar se venía al piso... pero era por una buena causa...
Pero claro... como todo tiene su lado negativo... seguramente lo malo se registrará en la próxima factura de la electricidad!
El asunto es por qué me dolía ver mi pared agujereada? Será que el apego a lo tangible llega tan profundo? no sé... lo único que adelanto es que por ese agujero se pudo instalar el aire acondicionado y quedó muy bien... funciona de lo más nice!
(y sólo faltan 5 días)
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